jueves, 17 de junio de 2010

Y surgió el amor

Muy buenas. Soy Pichadeperro, otra vez. Hoy os voy a contar lo que me pasó el otro día.
Estaba sentado en un banco, en el parque de mi barrio, y apareció un franchute que me dijo:
-Pardon monsieur. No se hablar muy bien su idioma y necesito de su ayuda, pues estoy necesitado.
-Dígame señor. Intentaré ayudarle en lo que pueda.
-¿Podria usted hacerme un pajote con la boca para yo, acto seguido, eyacularle en la cara?
-No podria, usted, haberse expresado mejor en mi amada lengua. Pero debo decirle que no puedo atender su necesidad, pues tengo una muela picada, y me doleria. Pero si, realmente, tiene una necesidad imperiosa, usted, podria fornicarme la nariz. No hay problema.
Y dicho y hecho. Me penetró la fosa izquierda en tres ocasiones, eyaculandome en la faz. Sólo las dos primeras utilizó lubricante.
La última, le pedí, que eyaculase dentro, por favor... y me llenó las fosas nasales de esperma.
Nos dimos los números de teléfono y juró llamarme.
Nos despedimos dándonos un beso en la boca, mientras le arrancaba los cojones con unas tenazas.
Han pasado, ya, tres dias y aún no me ha llamado. Todos los gabachos son iguales... se aprovechan de tí y luego te dejan tirado.

2 comentarios:

Elektra dijo...

Hostias, el pichadeperro viene bravo últimamente, eh? Pobrecillo, abandonado por un gabacho.

Es usted la leche, señor Basto. Jajajaja. Besote.

SOMMER dijo...

jajajajaaj, si es que no se puede ser buen anfitrión...