martes, 24 de marzo de 2009

Con Benedicto, el follar se va a acabar.

Estimados fieles de la iglesia católica, apostólica y romana: lo que provoca el sida no es follar. Lo que provoca el sida, es el condón.
Pongamos el caso que vamos a una farmacia, y compramos una caja de preservativos... no para usarles, por supuesto, que eso es pecado... sólo para probarlos, a ver que talla gastamos (es bueno saber si estamos bien armados, para tener una gran descendencia, si dios quiere). Pues eso, en el momento en que nos le probamos, sida al canto. De esta manera, sólo lo pillaria el portador del condón. Además, iria al infierno.
Si por el contrario, procedemos a la penetración, por via vaginal, con preservativo en el falo, ambos pecadores se contagiarian de sida. Aparte de tener el infierno asegurado.
Si se diese el caso de algún tipo de perversión, utilizando condón, por ejemplo:
- Felación o francés: los dos pillarian sida. Pero, además de ir al infierno, él receptor (o receptora) contraeria caries.
- En el caso de penetración anal, POR DIOS, almorrana que te crió. Aparte de sida, e infierno, por los siglos de los siglos.
Según se me vayan ocurriendo mas sandeces, os las iré trasmitiendo, pues me preocupo de vosotros y de vuestra alma. Y lo mejor para vosotros es castidad hasta el matrimonio y, luego, hijos con cojones.
Sólo con pensar en el aborto, infierno. Por si acaso.
Santi, santi Benedicti,
gorrito bambini summum provocae sida est.

domingo, 15 de marzo de 2009

La patética vida de San José

José de Nazareth, cuyo nombre artístico era San José, fue un extraterrestre alcohólico, proveniente del espacio exterior. Le expulsaron de su planeta natal por dar de ostias al alcalde de su pueblo, a causa de una disputa, que tenia hace años con un vecino, por las lindes de un terreno. Por supuesto, cuando reventó a ostias al alcalde, estaba completamente borracho de vino peleón. Como no era la primera vez que preparaba una de esas, sus paisanos, le echaron a tomar pol culo de allí. Y no tuvo otro sitio mejor al que ir, que a Palestina, provincia de la Tierra.
Pese a que la tradición cristiana le encasilla en el gremio de los carpinteros, está harto provado que nunca se dedicó a ello. Dedicó su vida a su pasión: la copla.
José era un cantaor de primera clase, que recorrió los mejores teatros del imperio romano, y fue aclamado por la plebe de uno a otro confín. Pese a su afición al alcohol en grandes dosis, consiguió cierta fama con sus hits "El emigrante" y "Soy minero", mas tarde versioneados hasta la saciedad por otros faranduleros.
Se caso con una moza, de un pueblo cercano, que le puso los cuernos sin compasión, hasta que quedó preñada de un cura vaticano. Ahí empezó el ocaso de la carrera artística de José.
Nació el crio, al que pusieron de nombre Jesús, que no hizo mas que cagarse y mearse encima (hasta los 33 años), justo después de haberle cambiado el pañal. Chuchi no paraba de llorar por las noches, por lo que, José, no pegaba ojo. Todo esto, añadido a que sabia de sobra que era el mayor cornudo del próximo oriente, le hizo caer, aún mas, en el alcohol.
La siguiente gira, por Egipto, fue un desastre. Salia a los escenarios completamente borracho y apenas conseguia mantenerse en pie, mientras balbuceaba alguna canción infame. Luego, los allí presentes, le obsequiaban con unas buenas patadas en los huevos, estómago y/o boca.
La gente, que le conoció en su época de explendor, le dió la espalda. Poco a poco, su vida fue degenerando, hasta que cayó en un pozo de mierda, que le cubria hasta el cuello.
Un día, harto de llevar cornamenta, dijo a su mujer y a Jesús (que ya era un mozo) "ahi os quedais", y se dió el piro a su planeta natal, a una clínica de desintoxicación. No volvió a la Tierra hasta muchos siglos después. Haciendose pasar por el hermano de Napoleón, consiguió llegar a ser rey de España, durante un corto espacio de tiempo... pero eso ya es otra historia.

La verdad está ahí fuera.

Maria y sus problemas con el gallito de pelea hispánico

El verano pasado fui a un concierto en mi ciudad. Tocaban unos hippi-friki-yonkis de esos, que tanto molan a los progres.
Tras una cola descomunal, llegué a la taquilla. 25 euros por entrar, me cago en sus muertos. Para quitarme el disgusto, me tomé dos copazos de anís, en el bar de la esquina.
Un poco más entonada, me fui a la entrada. Allí estaban dos babosos de los que te cachean… y no me dejaron pasar las dos litronas que llevaba. Me las bebí allí mismo. Por suerte no me pillaron la petaca de whisky, y pude beber algo mientras empezaba el concierto… pues ahí dentro, los minis de cerveza estaban a 9 euros y, después del hachazo de la entrada, no me quedaba ni un duro. Me vuelvo a cagar en sus muertos.
Se arrimaron dos gallitos de pelea, más salidos que un cura en un seminario, con un cachi de ginebra con mierda-cola. Al poco les dejé, pues se estaban poniendo algo pesaditos con la "historia del tipo duro que va de cacería" y del enrollado "vente conmigo que vas a ver las estrellas". Mala sífilis les peguen.
Empezó el concierto y me puse delante del todo… a bailar, a cantar y a gritar como una loca.
Pasó rápido.
Al final del concierto, me fui al servicio y solté cuatro o cinco potas infernales. ¡Vaya borrachera más fea!
Me volví a cruzar con los dos babosos de la puerta, y al mas puro estilo del macho ibérico, uno rebuznó: "Qué no me entere yo, que ese culito pasa hambre".
Y los dos se rieron, como dos subnormales profundos. Por toda respuesta, solté una bocanada de metano, por vía anal, acompañada del rugido de un león. Peleles. Está claro, no tener el aparato digestivo en muy buenas condiciones, a veces viene bien.
Deambulando por la zona, le vi. Era Robe (el cantante del grupo), en un garito… y estaba solo. Entré y me vio. Me sonrió seductoramente y le dijo al camarero, refiriéndose a mi: "Pon una cerveza a mi fan número uno".
Yo estaba flipando en colorines. Era el Robe y, en el concierto, se había fijado en mi. Me acerqué sonriendo y, tras la presentación de rigor y los dos besos, me agarró el culo. Le miré a los ojos, le agarré de los hombros y le dije, muy seductoramente: "Esta noche, te voy a hacer lo que nunca te ha hecho una mujer".
Le metí tres rodillazos en los huevos y me eché a correr, mientras gritaba: "Toma 25 euros. Ladrón".

sábado, 7 de marzo de 2009

Estudio realizado, por una conocida empresa alimentaria, para lanzar una nueva gama de sabores.

El estudio se realizó con un grupo de personas escogidas entre la población de una conocida ciudad española. En el grupo habia un cincuenta por ciento de hombres y un cincuenta por ciento de mujeres. Habia componentes de casi todas las clases sociales, con grandes ingresos, medios, pocos y nulos. También estaban representadas varias étnias en el estudio.
Se les dió a provar dos productos.
El primero era una mezcla de patatas, zanahorias y berengenas, cocidas y luego trituradas en máquinas industriales. A esta primera mezcla no se le añadió ningún potenciador del sabor, ni nungún otro producto... ni siquiera sal.
El segundo fueron los mismos productos iniciales, sin cocer, ni triturar, pero tratado de la siguiente manera: se lo hicieron tragar todo, crudo, a un gitano (al que la guardia civil acababa de dar una paliza, y le habian encontrado hecho polvo y tirado en un callejón oscuro). A lo que cagó, después de lavarlo un poco, se le añadió el nuevo componente secreto (al que la compañia llama "zurraspato de luxe").
A nadie del grupo se le informó de lo que estaban comiendo, pero se les preguntó qué producto les habia gustado más.
Salvo una pareja de hippies vegetarianos, una punki con más cadenas que el fantasma de Canterville, un porrero que volaba a dos pies del suelo, un ciudadano senegalés y una activista por los derechos animales, todos los demás, coincidieron en que el segundo producto tenia mejor sabor, y afirmaron que preferirian comprar este último, aunque su precio fuese un cinco por ciento mayor.
He de decir, en favor de la compañia, que se escogió a un gitano como mezclador, no por racismo, sino porque en un hipotético cacheo regular por parte de la benemérita, un calé, tiene el doble de probabilidades de llevarse unas ostias, que un payo.
Cuidado con lo que comeis, sobretodo si, en su elaboración, lleva un componente llamado Zurraspato E-135.

domingo, 1 de marzo de 2009

El tendero amigable y educado

CLIENTE: Buenas.
TENDERO: Muy buenas.
CLIENTE: ¿Tiene pan integral?
TENDERO: No, no. Aquí no tenemos de eso.
CLIENTE: Pero... ¿esto no es una panaderia?
TENDERO: No, no. Que va. El cartel de la puerta es para despistar a la inquisición... perdón, a la iglesia. Aquí nos dedicamos a cagarnos en dios. Esto es una cagüendioseria.
CLIENTE: ¡Ay la virgen!
TENDERO: Oiga, un respeto, que yo soy un cagüendiosero honrado y con usted no me he metido.
CLIENTE: Sólo era una expresión. Lo siento.
TENDERO: Así empiezan las guerras. ¿Queria algo?
CLIENTE: Pongame un cagüen dios.
TENDERO: ¿Se lo lleva puesto o es para un regalo?
CLIENTE: Es igual, deme uno.
TENDERO: Cagüen dios. Son tres con quince.
CLIENTE: ¿No le parece algo caro?
TENDERO: Es lo estipulado en las tablas de tarifas de la unión eurofea.
CLIENTE: Está bien. Tome. Me voy.
TENDERO: ¿A dónde?
CLIENTE: A tomar pol culo.
TENDERO: No te vayas, hombre, que ya te doy yo. Así, mira. Ponte así.
CLIENTE: ¡Ahhhhhhhhhh! ¡Cagüen dios!
TENDERO: ¡Qué bien se ha cagado en dios! ¿No le interesaria aprender el oficio y trabajar aquí?
CLIENTE: No, gracias. Me va muy bien desactivando minas antipersonas con el miembro. Buenas tardes.
TENDERO: Buenas noches, cabrón.


Os recuerdo que la encuesta está ahi.