martes, 27 de octubre de 2009

Un buen profesional

Por fin hoy han terminado la reforma en el piso de al lado. Cuatro meses de obras y ruidos con cojones.
Mi vecina contrató a tres albañiles para hacerla, un oficial y dos peones.
El primer día de la chapuza, un peón se puso a hacer un agujero en la pared, con el taladro. Parece que le gustó el tema y, una vez acabado el primer agujero, continuo con otro y otro...
Pasaron las horas y los otros dos albañiles fueron a ver que hacia. Al verlo, se decian entre ellos: "está haciendo un buen trabajo. Se lo está currando. Hay que ver como maneja el taladro".
A partir de entonces, nada mas llegar al tajo, echaba mano al taladro y no lo soltaba hasta acabar la jornada. No paraba ni a echar un cigarro.
Y con el tiempo fue adquieriendo maña en el uso del taladro. La primera pared casi le costó dos semanas, pero al cabo del tiempo las terminaba a diario.
Daba gusto verle. Se le notaba que era un profesional. Vaya manera de agujerear paredes.
Por las mañanas llegaba medio dormido por el madrugón, y algo quemado por los problemas familiares... pero cómo le cambiaba la cara en cuanto veia el taladro. Eso es felicidad y lo demás son bobadas. Qué sonrisa de oreja a oreja. Como disfrutaba el muy capullo.
Mientras los otros dos iban pintando las paredes, azulejando o poniendo escayola, esté iba por detrás, dándolo candela a todo, con su taladro.
Y por fin, hoy, han acabado la obra. Durante cuatro meses, el tío ha estado taladrando ocho horas al día, sin descanso. Algún día se quedaba a hacer horas extras.
Ha venido mi vecina y lo ha visto. El del taladro estaba muy satisfecho con su trabajo. Mi vecina se ha quedado sin palabras ante tanta belleza.
Ha quedado muy cuco - le decia el del taladro - ahora está mucho mas iluminado.
Está claro, con qué poquito se hace feliz a un hombre: compraté un piso, y cuando le termines de pagar (en 25 años) manda a unos albañiles para que te le reformen... y te le taladren hasta los cimientos.

martes, 13 de octubre de 2009

Qué pesado es Cristiano Ronaldo

Qué pesado es Cristiano Ronaldo. El sábado me llamó por teléfono para invitarme a un concierto. Tenia dos entradas para el grupo de metal "los cortapichas". Los cortapichas es un grupo que está causando sensación entre los futbolistas heavis, y a Cristiano le molan mucho.
Quedamos a las diez y, como está lesionado, tuve que llevar el coche. Empezó a hablarme de fútbol, es el único tema de conversación que tiene. A mi no me gusta, pero bueno, de algo habrá que hablar.
Entramos en un antro infernal, lleno de melenudos y futbolistas metrosexuales. Ruido con cojones, empujones y cervezas a dos euros y medio... por supuesto, Cristiano "se habia dejado la cartera en casa". Pero el tio no paraba de beber de gorra, no pagó ni una ronda.
Cada vez mas borracho y mas pesado. No paraba de hablar de fútbol. Vaya concierto que me estaba dando.
No contento con beberse las cervezas que le habia pagado, se bebia las mias también.
Y venga brasa de fútbol, y venga brasa de fútbol. Estaba hasta los cojones. Cada vez mas quemado.
Tranquilo tio, me decia, que te invito a un tiro de farla. Nos fuimos al servicio y se la metió toda... perdona tio, no me he dado cuenta. Total que, con la farla de primerísima calidad, era imposible hacerle callar ni un instante.
Como vió que no le hacia ni puto caso, me empezó a llamar cortarollos y a darme tobas. Le mandé a tomar por orto. Por fin iba a poder enterarme de algo del concierto... pero en ese momento se acabó.
LLevamé de putas, me dijo, enrollaté que conozco un sitio que está fenomenal. Le metí a empujones en el coche y le llevé a su casa. No estaba dispuesto a pagarle eso también. Menudo jeta.
¿Qué hace este tio con los millones que gana? Siempre que salgo con él, me toca pagar todo. Y encima, las broncas del mister para mi.

En la foto podemos ver a Cristiano revolcandose en su propia pota, con una borrachera infernal.