sábado, 23 de agosto de 2008

Ansioso e inocente

Después de comerte tres kilos de ciruelas verdes, te cagaste encima dos calderos de mierda líquida, con las pieles y los huesos de las frutas... y algún trozo de cuerda vieja. Entre bufos malolientes, intentaste llegar al baño... demasiado tarde.
Los paisanos se decian "como jiede este muchacho" y echaron mano de las garrotas. Te persiguieron por las ruas, para "limpiarte" con saña, hasta que entraste en una iglesia y te sentiste a salvo.
"Piedad, por Dios, asilo y comunión" gritabas, inocente de tí. Tres curas te limpiaron el orto... a vergajazos.
Moraleja: nunca te comas mas de dos kilos y medio de ciruelas verdes, de una sentada. Te pueden sentar mal. Si no te queda mas remedio que comerlas, no te tragues los huesos... puedes reventar.

No hay comentarios: